Presentación

En este blog de sencilla presentación y segura descuidada apariencia, pretendo compartir con las personas más próximas aficiones, inquietudes, preocupaciones, compromiso, así como todas aquellas situaciones vividas cuya experiencia pudiera ser de utilidad.


Creo que será un sencillo blog de amplias variedades algún día, en el que tendrán cabida la música que he disfrutado en mis inolvidables años de pública intervención como músico eternamente aprendiz, mi compromiso irremediable con la discapacidad visual y con sus procesos de formación académica, mi afición por la disciplina de los recursos humanos y algunas otras cuestiones emocionales o familiares que seguro irán surgiendo.

Espero poder aportar y testimoniar con el blog afecto a las personas que me han acompañado y acompañan en mi vida, y arrancar a sus visitantes sensibilidad y alguna sonrisa. También compartir aquello que más valoro en la vertiente pública de mi plano personal.


Procuro no olvidar nunca que:

La vida es una escuela de enseñanzas y un banco de desafíos. Nada que realmente valga la pena debe quedar sin hacer y nadie que te muestre su sincero afecto ha de quedar sin ser generosamente correspondido.

viernes, 14 de marzo de 2014

Aceras: dominio público y abuso privado.

Aceras: dominio público y abuso privado.

En estos últimos años y de modo masivo en todas las ciudades hemos comprobado como las aceras de nuestras calles se han ido haciendo cada vez más amplias, lo cual ha sido aprovechado por los regidores municipales para vocear sus proclamas respecto a cuan accesibles  son las urbes representadas.

Ante tamaños anuncios, Todos pensamos:

¡Qué buena noticia!, ¡tendremos más espacio para movernos con comodidad y seguridad!

Lamentablemente no ha sido así.

Posiblemente se cuenta con menos espacio para deambular ahora que antes de vivir esta moda expansiva.

En nuestras aceras, además del imprescindible mobiliario urbano, frecuentemente instalado sin el auxilio del sentido común, podemos encontrar un sin fin de elementos indebidos dignos en su conjunto de ser pregunta para la primera prueba del mítico programa de TVE “Un, dos tres”.

Así motos, coches, incluso camiones, toldos a baja altura, contenedores, cenadores, terrazas de establecimientos de hostelería tanto en su situación de almacenamiento como de despliegue, expositores, árboles con amplios alcorques, macetas y ornamentales jardineras, .., pueblan y dificultan el paso convirtiéndose en macabras travesías para el peatón.

Todo ello con el peligro que provocan a terceros viandantes, máxime si estos son personas con movilidad reducida.

No obstante una de las más emocionantes experiencias es cruzarte con un ciclista despistado, quien circula creyendo haber encontrado un carril bici o el minado que aquellos ciudadanos menos comprometidos con la dignidad de sus canes, nos dejan a modo de fino obsequio en ocasiones sobrevenido como despreciable recuerdo multisensorial.

El pasado domingo, día soleado tras varias festividades y días de descanso cercados por interminables temporales,  caminando por una admirable acera, hube de escapar de la acometida de un dominguero quien plantó su coche lo más próximo a la deslumbrante terraza de una afamada cafetería, quizá pensando en su egoísta subconsciente:

 ¡Que el respeto a los demás no me prive de mi cafelito!

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