Presentación

En este blog de sencilla presentación y segura descuidada apariencia, pretendo compartir con las personas más próximas aficiones, inquietudes, preocupaciones, compromiso, así como todas aquellas situaciones vividas cuya experiencia pudiera ser de utilidad.


Creo que será un sencillo blog de amplias variedades algún día, en el que tendrán cabida la música que he disfrutado en mis inolvidables años de pública intervención como músico eternamente aprendiz, mi compromiso irremediable con la discapacidad visual y con sus procesos de formación académica, mi afición por la disciplina de los recursos humanos y algunas otras cuestiones emocionales o familiares que seguro irán surgiendo.

Espero poder aportar y testimoniar con el blog afecto a las personas que me han acompañado y acompañan en mi vida, y arrancar a sus visitantes sensibilidad y alguna sonrisa. También compartir aquello que más valoro en la vertiente pública de mi plano personal.


Procuro no olvidar nunca que:

La vida es una escuela de enseñanzas y un banco de desafíos. Nada que realmente valga la pena debe quedar sin hacer y nadie que te muestre su sincero afecto ha de quedar sin ser generosamente correspondido.

sábado, 16 de mayo de 2015

Contar no es comunicar.

Contar no es comunicar:

La comunicación es uno de los procesos más complejos y que mayor sistematización y organización precisan, también generosidad y lealtad, ya que en múltiples ocasiones se canaliza mediante medios alternativos, faltos de rigor y condicionados por una preocupante espontaneidad, como en otros momentos, con inteligencia medioplacista, se practica su interrupción, falsamente entendida como fuente de empoderamiento.

Sin pretender entrar en los procesos técnicos de la comunicación, múltiples fuentes hay para conocerlos con detalle, sí quiero referirme en este breve post a una realidad que me preocupa: La eficacia real de la comunicación.

Actualmente los medios para informar son crecientes y todos los utilizamos con asiduidad. Así en nuestro entorno particular enviamos SMS, WhatsApp, e-Mail, mensajes de voz, messenger, ...; utilizamos las redes sociales para mantenernos en contacto, ..., es decir, contamos muchas cosas tendiendo cada vez más a convertir el contenido de nuestra información en una mera mercancía despersonalizada que viaja sin límite de fronteras y sin trabas de aranceles, además en muchas ocasiones distorsionando y distrayendo al receptor.

¡Contamos y compartimos muchas informaciones pero posiblemente no llegamos a comunicarnos bien!

Por otro lado, la inmediatez propia inherente a estos procesos y mecanismos, genera una doble tensión, la de informar rápido para el emisor y la de estar puntualmente informado para el receptor, con lo que el apresuramiento puede llegar a degradar la calidad del mensaje.

Esta situación cotidiana estaría teniendo efectos perniciosos al contagiarse a otros ámbitos de información oficial, donde las administraciones, empresas u organizaciones podrían acabar pagando un alto precio por absorber esta frenética costumbre de resultado impreciso.

Me defino como un acérrimo defensor del uso racional de las nuevas tecnologías y de que estas sean de manera organizada eficaces herramientas para facilitar procesos eficientes de comunicación, debate y permanente conectividad, no obstante es preciso que las alimentemos de la generosidad, pureza y cercanía inherentes a la comunicación tradicional y verbal. Sólo así garantizaremos el éxito de la información.

“¿Qué hacen? , preguntó un día un caminante a tres trabajadores que estaban parados al lado de un edificio en construcción. El primer trabajador que parecía exhausto, contestó, “estoy picando piedra.”   El segundo contestó, “trabajo para ganarme la vida.” El tercer trabajador, que cantaba mientras trabajaba, dijo, “¡estoy construyendo una catedral!”

Analizando esta breve referencia podríamos obtener pronta conclusión en que el problema es de actitud de los operarios. No obstante su causa podría sustentarse en su desinformación.

¡Si el valor no es percibido, no hay aportación!

Finalizo destacando algo fundamental en la información:
“comunicar también es escuchar”

¿Te lo crees?