Presentación

En este blog de sencilla presentación y segura descuidada apariencia, pretendo compartir con las personas más próximas aficiones, inquietudes, preocupaciones, compromiso, así como todas aquellas situaciones vividas cuya experiencia pudiera ser de utilidad.


Creo que será un sencillo blog de amplias variedades algún día, en el que tendrán cabida la música que he disfrutado en mis inolvidables años de pública intervención como músico eternamente aprendiz, mi compromiso irremediable con la discapacidad visual y con sus procesos de formación académica, mi afición por la disciplina de los recursos humanos y algunas otras cuestiones emocionales o familiares que seguro irán surgiendo.

Espero poder aportar y testimoniar con el blog afecto a las personas que me han acompañado y acompañan en mi vida, y arrancar a sus visitantes sensibilidad y alguna sonrisa. También compartir aquello que más valoro en la vertiente pública de mi plano personal.


Procuro no olvidar nunca que:

La vida es una escuela de enseñanzas y un banco de desafíos. Nada que realmente valga la pena debe quedar sin hacer y nadie que te muestre su sincero afecto ha de quedar sin ser generosamente correspondido.

viernes, 2 de enero de 2015

Los mitos artúricos y su aplicación en la teoría del liderazgo y en la dirección de los recursos humanos.

Nunca he sido aficionado a la mitología ni a la literatura céltica o caballeresca, no obstante hace un tiempo leí con curiosidad algunos artículos sobre el ampliamente estudiado fenómeno del Rey Arturo, descubriendo en él y en aquellos símbolos que lo rodearon algunos valores que bien pueden ser metafóricamente importados en aspectos básicos propios al manual de mínimos necesario en el ejercicio del liderazgo y de la dirección de recursos humanos.


Como mito el Rey Arturo ha pasado a la iconografía popular como sinónimo de inteligencia, honor y lealtad. El mejor Rey de la guerra y de la paz. Su espada Excalibur como un símbolo del poder legítimo. Su capital Camelot como un lugar idílico de igualdad, justicia y paz. El hecho de que el Rey Arturo y sus caballeros se reunieran en torno a una mesa redonda, parece indicar que Arturo era, de acuerdo a la expresión latina, un “primus inter pares”, que viene a traducirse como “el Primero entre iguales”. El santo Grial bien podría ser el porqué de las cosas, el origen y el fin.


Así y por este orden me vienen a la mente, como si estuviese bajo la fresca violencia de los chorros de una catarata, algunos conceptos que quiero compartir:


Con base en el Rey Arturo:


1- La autoridad del líder o del mando como sinónimo de aptitud, profundo conocimiento del puesto, formación, trayectoria histórica y/o académica y experiencia, así como la consiguiente admiración y consideración por él, desde la organización y el equipo más próximo.


2- Fidelidad y lealtad a los referentes institucionales, empresariales y a las personas, predicando con claridad con su ejemplo y fomentando el sentimiento de orgullo de pertenencia e identificación con los valores y fines de la organización.


3- La asertividad y la empatía, tan necesarias para ser reconocidos sus irrenunciables valores humanos, cohesionando con ello al grupo de referencia defendiendo su unidad y respetando y optimizando sus diferencias.


4- La enérgica autoridad produciendo respeto pero nunca miedo. Contagiando pero nunca imponiendo. La pasión en los principios y el discurso y la capacidad de decisión, con espacios previos para el estudio, sin que ello contribuya a demorar la resolución valiente de los problemas o conflictos desechando la temible parálisis por análisis.


Con base en Excalibur:


5- La pureza de su credibilidad, justicia y la legitimidad en su origen y evolución imprescindible para adquirir merecido reconocimiento y respeto.


6- La fortaleza y la conveniente sensibilidad. La necesaria honestidad en la acción profesional y el reconocimiento por su entorno, acompañada por la siempre aconsejable sencillez y humildad, también traducida en capacidad de escucha activa y aceptación de la crítica como indiscutible virtud de aprendizaje permanente. La sincera aceptación del error propio y su instrumentalización como oportunidad de mejora y crecimiento.


7- El eficaz uso de la estrategia de comunicación desde el puesto de dirección, con método, estructura contrastada y con permanente oportunidad de retroalimentación. Ofreciendo instrucciones y órdenes precisas orientadas siempre en la dirección correcta. Priorizando a la elocuencia y oratoria innecesaria, la emisión de un mensaje nítido y acreditando su recepción y entendimiento.


8- La capacidad de respetar y siempre ser respetado. La fuerza de defender y también siempre ser defendido.


Con base en Camelot:


9- La creación de un espacio socialmente confortable para el individuo y el grupo, con identidad corporativa y con respeto a la personalidad de sus miembros.


10- La creación de un medio social de cohesión, respeto, agradecimiento y reconocimiento. Dominando el espacio y conociendo a las personas que lo ocupan con objeto de lograr su mayor eficiencia en su puesto.


Con base en la mesa redonda:


11- Con un espacio circular en el que no se marcan diferencias, como el mejor entorno para poner las bases de la inteligencia colectiva. Para de igual a igual transmitir sincera comunicación y realizar activa escucha. Expresando proximidad a un centro geográfico equidistante que simboliza el objetivo común.


12- Para ejercer horizontalmente el liderazgo desde el reconocimiento y la admiración.


13- Proporcionando un espacio adecuado para fomentar la actitud participativa, el apoyo mutuo, la confianza recíproca y la lealtad al proyecto.


14- Para simbolizar el orden y la cohesión, el compromiso y la determinación., la lealtad a la palabra dada y la unidad del equipo.


Con base en el Santo Grial:


15- Desde un punto de vista colectivo y social podría significar metas y fines de la organización, el respeto a su trayectoria y origen y la defensa de sus principios y valores éticos.


16- En una esfera personal del individuo, el deber vital de respeto y compromiso con antecesores, obligación social e individual coadyuvando generosamente a crear un mundo mejor, con los seres queridos y la noble acción de legar un futuro superior para los descendientes.